
Boca Río Gallegos fue puro
gol y festejó ante Vial
Boca Río Gallegos estiró su gran momento ante Vial Santa Cruz y sumó un nuevo éxito en el fútbol grande de la Liga Sur. Ganó 7-0, con 3 goles de Daniel Escobar, 2 de Fernando Sandoval, y uno de Rivera y Olguín, y sigue firme en la punta del torneo de Primera A. En el otro partido destacado de la cuarta fecha de las revanchas, Boxing Club venció 5-2 a Independiente y se mantiene segundo a cinco puntos.
En el verde césped de Defensores del Carmen y ante buen caudal de espectadores, los xeneizes le dieron un duro golpe al conjunto “caminero” dirigido por Luciano Sorani: con total autoridad, le ganaron 7-0 y mantuvieron la ventaja de cinco puntos sobre el escolta, Boxing Club, que un rato más tarde goleó 5-2 a Independiente.
El formoseño Daniel Escobar -que ayer fue titular por la suspensión de Raúl Becerra, quien vio la quinta amarilla la semana pasada, en la goleada 5-1 al Boxing- anotó en tres oportunidades y fue una de las grandes figuras de la jornada.
Fernando “Paco” Sandoval con 2 conquistas, Miguel Rivera y Jorge “Cholga” Olguín (de penal) sellaron el lapidario 7-0 para el elenco azul y oro.
Con este resultado, Boquita llegó a los 37 puntos, con 12 victorias, 1 empate y 1 derrota en 14 presentaciones. Vial, en tanto, con la misma cantidad de partidos, sigue en el penúltimo lugar de la tabla con 6 unidades, como producto de 1 triunfo, 3 empates y 9 reveses.
Indomables
El líder del certamen salió con un planteo netamente ofensivo. De hecho, Rapalín paró tres hombres en el fondo: Mario Pérez se paró por la punta derecha, en tanto, los refuerzos que llegaron para este campeonato, Matías Correa y Víctor Castañeda, se repartían la zaga central.
En el medio, Diego Jancich jugó en su posición natural de volante por derecha y Jorge Olguín lo hizo por la otra banda. En el medio, el DT armó un doble cinco con el “Pulpo” Diego Sandoval y el polifuncional Sebastián Luna. Unos metros más arriba, Miguel Rivera y Fernando Sandoval se repartían la tarea de armado de las jugadas. Y adelante, como referente de área, estaba el formoseño Escobar, que juega poco, pero hace goles a rolete.
Todos atrás y Dios de 9
Lo de Vial Santa Cruz era la cara opuesta. Consciente de que no había otra alternativa más que aguantar hasta donde se pueda el cero en su arco, Sorani mandó a la cancha a Mariano González y después paró una especie de 4-3-1-2. En defensa estaban Diego Alvarado, Eduardo Escalante, Eduardo Nicolía y Gastón Coronel. A este cuarteto generalmente se le sumaban los volantes Emiliano Salazar, Gustavo Coronel y Pablo Vásquez, que rara vez pisaron el área adversaria. Además, mientras tuvo aire, Diego Aybar intentó ser el nexo con los delanteros Sebastián Morler y Emanuel Rubio, quienes hicieron un par de piques al vacío y nada más. La pelota jamás les llegó a los hombres de adelante del elenco vial.
Las preguntas del millón
Antes de que Omar Lugo pitara el comienzo de las acciones, en la cancha de Defensores los dos temas de conversación principales eran: cuántos minutos aguantaría Vial con el arco en cero y cual sería la diferencia final en el marcador a favor de Boca RG. Estaba claro que los 28 puntos que separaban a los dos protagonistas no dejaban margen para hablar de otra cosa.
Y el interrogante inicial fue respondido en el minuto 20, cuando el formoseño Escobar, que entró de titular por el suspendido Becerra, empujó la pelota al gol con todo el arco a su merced. En la jugada previa al 1-0, Jorge Olguín alcanzó a tocar el esférico ante la presurosa salida del arquero Mariano González, que le cometió infracción. Sin embargo, la acción siguió y la bola le quedó servida en bandeja a Escobar, que hizo el clásico pase a la red.
Como correspondía, Lugo amonestó a González por la falta al ex defensor de Bancruz, quien quedó tendido en el piso por algunos segundos.
Pero antes de la conquista del atacante de Formosa, Boca tuvo tres chances para abrir el tanteador. A los 11 un gran centro de Olguín desde la izquierda fue mal cabeceado por Escobar. A los 16 otro envío cruzado, esta vez de la derecha y enviado por Diego Jancich, encontró solito y solo a Matías Correa, quien estrelló su remate en el palo. Los defensores de Vial se habían quedado parados, pidiendo una posición adelantada del defensor proveniente de Puerto Madryn, la cual de ninguna manera existió.
Y antes del gol de apertura, los dirigidos por Santiago Rapalín contaron con una tercera oportunidad. Pero esta vez, el que falló en la definición fue el “Loco” Jancich, que la mandó a cualquier parte luego de tomar un rebote del arquero, tras un remate de “Paco” Sandoval.
A todo esto, te preguntarás: ¿que hacían los defensores de Vial? Nada o, al menos, todo lo que intentaban les salía mal: jugaban en línea, pero siempre alguno quedaba enganchado. Además, juntaban gente cerca de González, pero no tomaban a nadie. Para colmo de males, a los 15 minutos (sí, leíste bien, a los 15 minutos) Vial ya no tenía piernas, eran once voluntades corriendo detrás de alguno con camiseta azul y amarilla, y en algunos casos era tanta la diferencia de velocidad, que a los chicos de camiseta turquesa nos les quedaba otra que tomarle la patente al hombre que les pasaba cerca.
Con Boca haciéndose un festín de mitad de cancha para adelante, era cuestión de tiempo para que llegara el segundo gol. Y fue a los 28, por intermedio del inspirado Escobar. El gol vino por un centro del “Negro” Rivera, que el formoseño definió en dos tiempos: primero ensayó un taco que rebotó en González y en la segunda no perdonó. ¿Los defensores de Vial?, bien gracias.
El primer tiempo se cerró con dos gritos más y otras tantas chances malogradas por los hombres de Rapalín. Después de un remate de media distancia de Rivera, que se fue por poco, Fernando Sandoval estampó el 3-0 a los 36 minutos, con una bonita definición de zurda. “Paco” recibió en el área mayor casi de espaldas y sus marcadores otorgaron todo el tiempo del mundo para que el ex hombre de Bancruz se diera vuelta, buscara su mejor perfil, mirara la ubicación de González y eligiera el palo más lejano del Uno.
Así, con esas licencias, no extrañó que a los 38 el propio Rivera marcara el 4-0, entrando libre por el callejón del “11”. Como casi todas las jugadas de peligro, esta de Rivera nació en los pies del “Cholga” Olguín, que jugó de volante por la izquierda.
Y a los 42, Diego Sandoval (el mejor de la cancha a nuestro gusto) casi anotó el quinto, pero su remate de derecha cruzó toda la línea sin que ningún compañero llegara para soplarla.
Más de lo mismo
En el segundo tiempo las cosas siguieron prácticamente iguales. Es decir, con Boca atacando por los costados, sumando mucha gente al ataque y haciendo prevalecer su tremenda diferencia física.
Tal como pasó en la primera mitad, Vial prácticamente no cruzó la mitad de la cancha. Es más, el arquero boquense Eduardo Martínez resultó casi un plateista de lujo. Es más, a lo largo de los 90 minutos el “Bocón”, con pasado en Ferro y Bancruz, solamente dio el presente embolsando algún que otro centro y saliendo con la mano desde el fondo.
Fútbol no pares
Sin renunciar nunca al ataque, Boca sumó su quinta conquista a los 14 minutos, con un penal perfectamente ejecutado por Olguín. El “Cholga” pateó fuerte al medio del arco, y casi mete con pelota y todo al pobrecito de González, que alcanzó a rozar el esférico. La falta que derivó en el remate desde los 12 pasos se la hicieron a Escobar, quien amontonó gente dentro del área hasta que, casi por decantación, fue volteado a la vista de todo el mundo.
Siguió yendo al frente el equipo de Santiago Rapalín, ante un rival que rezaba para que los minutos pasaran lo más rápido posible. Y acá vale detenerse un instante para hacer mención a la conducta deportiva de los dos equipos. Los de Boca, por un lado, jugaron sin sobrar la situación, más allá de un taco innecesario y alguna que otra rabona tirada a modo de centro. Y Vial, que sabía que podía comerse una goleada histórica, jamás apeló a la pierna fuerte. Incluso, con Gustavo Coronel como abanderado, el conjunto de casaca turquesa siempre quiso jugar al fútbol. Claro que equivocó terriblemente los caminos y pecó de ingenuo al querer salir tocando desde el fondo o al intentar los defensores despejar la pelota para adentro, cuando los manuales dicen que siempre hay que salir para afuera.
Antes del final, Boquita tuvo tiempo para hacer otros dos goles. A los 17 “Paco” Sandoval capturó un rebote en el poste, tras remarte de Escobar, y a los 24 Escobar selló el 7-0, después de un lindo centro de Jancich, que tenía todo el arco para rematar, pero prefirió cederle el balón al goleador.
Y revisando nuestros apuntes del partido, podríamos decir que la única oportunidad para Vial la tuvo Coronel, pero su disparo de emboquillada terminó yéndose por arriba del travesaño. Y a los 43 un sablazo de Mauro Rosales, que había ingresado por Mario Pérez, fue despejado in extremis por el lateral derecho Diego Alvarado, cuando el arquero estaba totalmente vencido.
En definitiva, Boca RG ganó sin despeinarse, ante un grupo de buenas voluntades infinitamente inferior, que tuvo piernas sólo por espacio de 15 minutos. Y si la diferencia no fue mayor, al 7-0 que refleja la pizarra final, fue porque el xeneize bajó un poco el ritmo en el segundo tiempo y porque González -que prácticamente no tuvo responsabilidad en los goles- se lució con dos muy buenas atajadas.
gol y festejó ante Vial
Boca Río Gallegos estiró su gran momento ante Vial Santa Cruz y sumó un nuevo éxito en el fútbol grande de la Liga Sur. Ganó 7-0, con 3 goles de Daniel Escobar, 2 de Fernando Sandoval, y uno de Rivera y Olguín, y sigue firme en la punta del torneo de Primera A. En el otro partido destacado de la cuarta fecha de las revanchas, Boxing Club venció 5-2 a Independiente y se mantiene segundo a cinco puntos.
En el verde césped de Defensores del Carmen y ante buen caudal de espectadores, los xeneizes le dieron un duro golpe al conjunto “caminero” dirigido por Luciano Sorani: con total autoridad, le ganaron 7-0 y mantuvieron la ventaja de cinco puntos sobre el escolta, Boxing Club, que un rato más tarde goleó 5-2 a Independiente.
El formoseño Daniel Escobar -que ayer fue titular por la suspensión de Raúl Becerra, quien vio la quinta amarilla la semana pasada, en la goleada 5-1 al Boxing- anotó en tres oportunidades y fue una de las grandes figuras de la jornada.
Fernando “Paco” Sandoval con 2 conquistas, Miguel Rivera y Jorge “Cholga” Olguín (de penal) sellaron el lapidario 7-0 para el elenco azul y oro.
Con este resultado, Boquita llegó a los 37 puntos, con 12 victorias, 1 empate y 1 derrota en 14 presentaciones. Vial, en tanto, con la misma cantidad de partidos, sigue en el penúltimo lugar de la tabla con 6 unidades, como producto de 1 triunfo, 3 empates y 9 reveses.
Indomables
El líder del certamen salió con un planteo netamente ofensivo. De hecho, Rapalín paró tres hombres en el fondo: Mario Pérez se paró por la punta derecha, en tanto, los refuerzos que llegaron para este campeonato, Matías Correa y Víctor Castañeda, se repartían la zaga central.
En el medio, Diego Jancich jugó en su posición natural de volante por derecha y Jorge Olguín lo hizo por la otra banda. En el medio, el DT armó un doble cinco con el “Pulpo” Diego Sandoval y el polifuncional Sebastián Luna. Unos metros más arriba, Miguel Rivera y Fernando Sandoval se repartían la tarea de armado de las jugadas. Y adelante, como referente de área, estaba el formoseño Escobar, que juega poco, pero hace goles a rolete.
Todos atrás y Dios de 9
Lo de Vial Santa Cruz era la cara opuesta. Consciente de que no había otra alternativa más que aguantar hasta donde se pueda el cero en su arco, Sorani mandó a la cancha a Mariano González y después paró una especie de 4-3-1-2. En defensa estaban Diego Alvarado, Eduardo Escalante, Eduardo Nicolía y Gastón Coronel. A este cuarteto generalmente se le sumaban los volantes Emiliano Salazar, Gustavo Coronel y Pablo Vásquez, que rara vez pisaron el área adversaria. Además, mientras tuvo aire, Diego Aybar intentó ser el nexo con los delanteros Sebastián Morler y Emanuel Rubio, quienes hicieron un par de piques al vacío y nada más. La pelota jamás les llegó a los hombres de adelante del elenco vial.
Las preguntas del millón
Antes de que Omar Lugo pitara el comienzo de las acciones, en la cancha de Defensores los dos temas de conversación principales eran: cuántos minutos aguantaría Vial con el arco en cero y cual sería la diferencia final en el marcador a favor de Boca RG. Estaba claro que los 28 puntos que separaban a los dos protagonistas no dejaban margen para hablar de otra cosa.
Y el interrogante inicial fue respondido en el minuto 20, cuando el formoseño Escobar, que entró de titular por el suspendido Becerra, empujó la pelota al gol con todo el arco a su merced. En la jugada previa al 1-0, Jorge Olguín alcanzó a tocar el esférico ante la presurosa salida del arquero Mariano González, que le cometió infracción. Sin embargo, la acción siguió y la bola le quedó servida en bandeja a Escobar, que hizo el clásico pase a la red.
Como correspondía, Lugo amonestó a González por la falta al ex defensor de Bancruz, quien quedó tendido en el piso por algunos segundos.
Pero antes de la conquista del atacante de Formosa, Boca tuvo tres chances para abrir el tanteador. A los 11 un gran centro de Olguín desde la izquierda fue mal cabeceado por Escobar. A los 16 otro envío cruzado, esta vez de la derecha y enviado por Diego Jancich, encontró solito y solo a Matías Correa, quien estrelló su remate en el palo. Los defensores de Vial se habían quedado parados, pidiendo una posición adelantada del defensor proveniente de Puerto Madryn, la cual de ninguna manera existió.
Y antes del gol de apertura, los dirigidos por Santiago Rapalín contaron con una tercera oportunidad. Pero esta vez, el que falló en la definición fue el “Loco” Jancich, que la mandó a cualquier parte luego de tomar un rebote del arquero, tras un remate de “Paco” Sandoval.
A todo esto, te preguntarás: ¿que hacían los defensores de Vial? Nada o, al menos, todo lo que intentaban les salía mal: jugaban en línea, pero siempre alguno quedaba enganchado. Además, juntaban gente cerca de González, pero no tomaban a nadie. Para colmo de males, a los 15 minutos (sí, leíste bien, a los 15 minutos) Vial ya no tenía piernas, eran once voluntades corriendo detrás de alguno con camiseta azul y amarilla, y en algunos casos era tanta la diferencia de velocidad, que a los chicos de camiseta turquesa nos les quedaba otra que tomarle la patente al hombre que les pasaba cerca.
Con Boca haciéndose un festín de mitad de cancha para adelante, era cuestión de tiempo para que llegara el segundo gol. Y fue a los 28, por intermedio del inspirado Escobar. El gol vino por un centro del “Negro” Rivera, que el formoseño definió en dos tiempos: primero ensayó un taco que rebotó en González y en la segunda no perdonó. ¿Los defensores de Vial?, bien gracias.
El primer tiempo se cerró con dos gritos más y otras tantas chances malogradas por los hombres de Rapalín. Después de un remate de media distancia de Rivera, que se fue por poco, Fernando Sandoval estampó el 3-0 a los 36 minutos, con una bonita definición de zurda. “Paco” recibió en el área mayor casi de espaldas y sus marcadores otorgaron todo el tiempo del mundo para que el ex hombre de Bancruz se diera vuelta, buscara su mejor perfil, mirara la ubicación de González y eligiera el palo más lejano del Uno.
Así, con esas licencias, no extrañó que a los 38 el propio Rivera marcara el 4-0, entrando libre por el callejón del “11”. Como casi todas las jugadas de peligro, esta de Rivera nació en los pies del “Cholga” Olguín, que jugó de volante por la izquierda.
Y a los 42, Diego Sandoval (el mejor de la cancha a nuestro gusto) casi anotó el quinto, pero su remate de derecha cruzó toda la línea sin que ningún compañero llegara para soplarla.
Más de lo mismo
En el segundo tiempo las cosas siguieron prácticamente iguales. Es decir, con Boca atacando por los costados, sumando mucha gente al ataque y haciendo prevalecer su tremenda diferencia física.
Tal como pasó en la primera mitad, Vial prácticamente no cruzó la mitad de la cancha. Es más, el arquero boquense Eduardo Martínez resultó casi un plateista de lujo. Es más, a lo largo de los 90 minutos el “Bocón”, con pasado en Ferro y Bancruz, solamente dio el presente embolsando algún que otro centro y saliendo con la mano desde el fondo.
Fútbol no pares
Sin renunciar nunca al ataque, Boca sumó su quinta conquista a los 14 minutos, con un penal perfectamente ejecutado por Olguín. El “Cholga” pateó fuerte al medio del arco, y casi mete con pelota y todo al pobrecito de González, que alcanzó a rozar el esférico. La falta que derivó en el remate desde los 12 pasos se la hicieron a Escobar, quien amontonó gente dentro del área hasta que, casi por decantación, fue volteado a la vista de todo el mundo.
Siguió yendo al frente el equipo de Santiago Rapalín, ante un rival que rezaba para que los minutos pasaran lo más rápido posible. Y acá vale detenerse un instante para hacer mención a la conducta deportiva de los dos equipos. Los de Boca, por un lado, jugaron sin sobrar la situación, más allá de un taco innecesario y alguna que otra rabona tirada a modo de centro. Y Vial, que sabía que podía comerse una goleada histórica, jamás apeló a la pierna fuerte. Incluso, con Gustavo Coronel como abanderado, el conjunto de casaca turquesa siempre quiso jugar al fútbol. Claro que equivocó terriblemente los caminos y pecó de ingenuo al querer salir tocando desde el fondo o al intentar los defensores despejar la pelota para adentro, cuando los manuales dicen que siempre hay que salir para afuera.
Antes del final, Boquita tuvo tiempo para hacer otros dos goles. A los 17 “Paco” Sandoval capturó un rebote en el poste, tras remarte de Escobar, y a los 24 Escobar selló el 7-0, después de un lindo centro de Jancich, que tenía todo el arco para rematar, pero prefirió cederle el balón al goleador.
Y revisando nuestros apuntes del partido, podríamos decir que la única oportunidad para Vial la tuvo Coronel, pero su disparo de emboquillada terminó yéndose por arriba del travesaño. Y a los 43 un sablazo de Mauro Rosales, que había ingresado por Mario Pérez, fue despejado in extremis por el lateral derecho Diego Alvarado, cuando el arquero estaba totalmente vencido.
En definitiva, Boca RG ganó sin despeinarse, ante un grupo de buenas voluntades infinitamente inferior, que tuvo piernas sólo por espacio de 15 minutos. Y si la diferencia no fue mayor, al 7-0 que refleja la pizarra final, fue porque el xeneize bajó un poco el ritmo en el segundo tiempo y porque González -que prácticamente no tuvo responsabilidad en los goles- se lució con dos muy buenas atajadas.
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